El proyecto, un clásico contemporáneo de 1956, es obra del diseñador estadounidense Paul McCobb. El sillón Wingback consta de un respaldo alto que se caracteriza por ángulos aerodinámicos que combinan influencias Shaker y trazos de diseño escandinavo. Las líneas sobrias y la funcionalidad se llevan el protagonismo. El puf a juego sirve de complemento al sillón para disfrutar de un confort absoluto.