Una línea continua y ligeramente redondeada en los laterales crea la silueta de la elegante (y actual) silla Pollack. El proyecto de Vico Magistretti lleva décadas adornando interiores y espacios colectivos, logrando el empeño que solo los grandes clásicos consiguen: quedar siempre bien. Las patas de madera de roble natural o de fresno teñido de color carbón dialogan en armonía con la funda de tela completamente desmontable.